Si bien desde el Comité de Cuenca de La Picasa promovían la construcción del canal aliviador antes de que la altura de la laguna llegara a las condiciones actuales, tuvo que quedar sumergida la Ruta Nacional 7 para que las autoridades bonaerenses finalmente autorizaran la recepción del agua a través de una obra que escurrirá por gravedad y que permitirá bajar el nivel a razón de medio centímetro por día. La oficialización se conoció este lunes por parte de los propios integrantes del Comité de Cuenca. “Nos llamó Leonardo Sarquís, titular de Recursos Hídricos de Buenos Aires, y nos confirmó de palabra que se autorizó el ingreso de agua desde el canal aliviador que está en obra”, mencionó Juan Carlos Duhalde, presidente de la entidad que está integrada por productores de Santa Fe, Córdoba y Buenos Aires, sobre la información que llegó este lunes. En rigor, las tareas de ejecución del canal comenzaron hace dos semanas, cuando se supo que era irreversible el proceso de anegamiento de la Ruta 7. Minutos después de la comunicación con el funcionario bonaerense, llegó la ratificación de su par santafesino. “Fue el propio Juan Carlos Bertoni, de Recursos Hídricos de Santa Fe el que luego confirmó lo que se nos manifestó desde el gobierno de María Eugenia Vidal”, reportó Duhalde en diálogo con El Litoral. Durante las últimas negociaciones, el gabinete bonaerense se había pronunciado a favor de la concreción del canal, a excepción de un referente de menor rango en el área de Hidráulica de la vecina provincia que advertía de los supuestos riesgos que recibir el agua de La Picasa implicaba para localidades como Vedia y Junín, cuando históricamente dichos distritos recepcionaban el agua bombeada por la variante de escurrimiento sur de la laguna, que producto de los anegamientos actuales hoy está inoperable.Más allá de la habilitación al funcionamiento del canal aliviador, todavía hay que esperar para que opere en forma definitiva. “Recién hay construidos 800 metros de los 6.500 que hay que encarar”, sostuvo Duhalde y apuntó: “Se está trabajando con una retroexcavadora y se supone que va a llegar más maquinaria”. “Estimamos que en 45 ó 50 días puede estar el canal terminado y, a partir de allí, empezará a evacuar agua a razón de medio centímetro por día”, estimó el productor agropecuario que tiene su campo inundado. Una vez que se ponga en marcha el plan de escurrimiento, la posibilidad de que se despeje la ruta estará vinculada a otros dos factores: la evaporación de la laguna y que las lluvias no sean tan severas como hasta ahora. “Entendemos que en unos tres o cuatro meses podríamos estar viendo otra vez el pavimento seco en el terraplén que atraviesa durante 10 kilómetros La Picasa”. Hoy se estima que la traza cuenta con 30 centímetros de agua sobre su superficie. Lo mismo ocurre con las vías del Ferrocarril San Martín que están anegadas. 30 centímetros de agua, según estimaciones, hay hoy sobre la superficie de la Ruta 7. Lo mismo ocurre con las vías del Ferrocarril San Martín, que están anegadas.
Fuente: Diario Junin