Un vecino de la localidad de Chabás se vio sorprendido esta semana, cuando fue a realizar la denuncia de un hecho de inseguridad y no la pudo concretar por la ausencia de policías en la comisaría. El escándalo adquirió tal repercusión que el vendaval barrió al jefe de la dependencia policial, a quien lo reemplazaron por un nuevo agente.
El protagonista del insólito hecho fue Alfredo Gallego, un lugareño que padeció un robo en su lavadero de autos, ubicado a la salida del pu*eblo sobre la ruta 33. Le sustrajeron una hidrolavadora valuada en 40 mil pesos. Cuando concurrió de nuevo al local y cayó en la cuenta que había sido víctima de un delito, el hombre se dirigió a hacer la denuncia. "No lo podía creer. Me dirijo a la comisaría y me encuentro que estaba cerrada con llave. Acá nos conocemos todos, es una población chica, por lo que intento ingresar por la cochera de la comisaría. Ahí pego un grito para ver si hay alguien, y me responden: 'no hay nadie'. ¿Cómo es si no hay nadie alguien me contesta? ¿Un fantasma? Me contesta un preso. Estaba en su calabozo", relató hoy Gallego. Tras la sensación de impotencia que le generó que estuviera cerrada la dependencia policial, a Alfredo lo llama su socio de la lavadora de autos y le informa que estaba en el local junto a los agentes policiales. Una vez en el sitio donde se perpetró el robo, Gallego desató su ira y bronca contra los efectivos, quienes se excusaron: "¿Qué querés que haga? Si somos tres y tengo la comisaría cerrada con un preso adentro", reprodujo el santafesino.