El año próximo aparece en el calendario con diecisiete feriados y siete fines de semana largos en total, con lo cual los argentinos no trabajarán casi uno de cada tres días, según el cronograma difundido por el Ministerio del Interior. A simple vista, esto trae beneficios para el turismo interno y para los empleados regulares, pero también complicaciones para otras actividades, como los comercios de los grandes centros urbanos y también en la producción industrial por la reprogramación de días y gastos extra. Al igual que este año, el peso económico del miniturismo a través de los días puente no laborables y la idea de conmemorar fechas históricas poco difundidas impulsaron la decisión de estructurar un año poblado de feriados. Incluso 2013 podría mantener el récord histórico de feriados de este año si prospera en la Cámara de Diputados declarar como feriado extraordinario al 31 de enero próximo, que es jueves, para conmemorar el bicentenario de la primera Asamblea General Constituyente de 1813. Curioso el dato: en esa fecha, casi 200 años atrás, hubo un intento de proclamar la independencia y redactar la constitución del nuevo Estado argentino. Esos objetivos no se cumplieron, dado que el rey Fernando VII volvió al trono y prometió acabar con cuanto revolucionario hubiese aparecido en América y en España. La Asamblea se disolvió en 1815. Por lo pronto, se establecieron una serie de resoluciones, como la definición del Escudo y se encargó la composición del Himno Nacional. El año pasado, el feriado extraordinario por calendario correspondió al 27 de febrero para conmemorar otro bicentenario: el de la creación y primera jura de la Bandera Nacional. Aunque el número de fines de semana largos parece reducirse de diez -este año- a siete el año próximo, tampoco es para quejarse en el caso de quienes pueden aprovechar todos estos feriados. Habrá dos recesos de cuatro días y hasta uno de cinco días en Semana Santa. Del 100% del año laborable, un 36% estará destinado al ocio de acuerdo con una cuenta sencilla: el total de días de descanso, teniendo en cuenta también los fines de semana ordinarios, asciende a 119 días en todo el año. Si a esos días no laborables se les suman, en promedio, diez días hábiles de vacaciones por trabajador, la cifra llega a unos 129. Y eso no es todo. También están contemplados en el calendario oficial otras diez o doce jornadas no laborables por festividades religiosas, como las Pascuas Judías o el Año Nuevo Islámico. En ese caso, los días de descanso sumarían alrededor de 140, lo que superaría cómodamente un tercio del año sin marcar tarjeta.